ASdH lamenta que este equipo de Campeones liderados por don Diego Pablo Simeone,
tenga que sufrir, año tras año, las compra-ventas de nuestro Consejo de
Administración y su corte de representantes cooperadores. Los títulos de estos
años, bien pudieran ser méritos para ascender al santoral a nuestro Cholo.
Parecía que el desembarco en el capital del Atleti del Sr. Wang perseguía abrir los mercados asiáticos a nuestra rayas rojiblancas, pero nunca pensamos que nuestra
única posición en esos mercados fuera de vendedor de jugadores y que la inauguraríamos
vendiéndoles nuestro “9” justo un día después del cierre del mercado en España,
lo que nos impide adquirir un recambio de garantías. Este “9” que vendemos se trajo a bombo
y platillo para meter goles, y se va tras anotar la extraordinaria cifra de tres tantos.
Mendes, como habitualmente, era el guía de este paseíllo del que, sin rubor alguno, presumen Miguel Ángel Gil Marín y sus palmeros, el mismo Gil Marín que recordemos fue condenado a 18 meses de
prisión por estafar al club. Resulta impensable que ejerza como administrador pues le veta
la Ley de Sociedades de Capital, cuestión que sólo se explica desde el apoyo ilegal, y
penalmente reprochable, del resto de miembros del Consejo de Administración y su
mayoría accionarial de reiterada nulidad jurídica.
Llama la atención, que en la foto de la firma del acuerdo, la persona más cercana al
año 1903, el de nuestra gloriosa fundación, sea el funcionario que formó la oficina de
administración judicial que se instaló en el club tras descubrirse que Jesús
Gil y Gil se había apropiado del Atleti sin poner un duro con la cooperación necesaria de
Enrique Cerezo Torres. El mismo que ha alegado encontrarse enfermo
para no declarar en Málaga por el ático de Ignacio González y que se recuperó milagosamente
a las pocas horas para acudir a la gala del aniversario de Radio Marca.
Estos son entre otros muchos los motivos por los que que esta asociación mantiene,
en la medida de sus posibilidades, su oposición a que estos dirigentes dispongan del
patrimonio del club vendiendo el Calderón y obligándonos al éxodo a la Peineta.
No lo duden, al Atlético no le beneficia. Lo dijimos hace más de diez años, cuando
comenzó la operación, denunciando aspectos de la misma que ahora todo el mundo ve.
Quizás piensen que la marcha de Jackson es buena, sin antes pensar si fue buena su llegada.
Nos han dejado sin gol un año entero con esta venta asiática. Así no hace falta que se vuelva
a designar a Undiano Mallenco. Todo va como quieren Cerezo y Gil Marín, que callan
cuando nos perjudican, quizás para no llamar la atención sobre su condición. Gracias
Sr. Wang, quizás ya no tiene usted tanto dinero, y eso explica porque titubea en
Plaza España, y se rodea de abogados y relaciones públicas, en lugar de rodearse
de arquitectos e ingenieros. Con estos tres máximos accionistas, realmente es un
milagro que les miremos orgullosos a los ojos a los que se creen que todos los títulos
son suyos.